Conocemos la palabra “discapacitado” y rápidamente la relacionamos con todas aquellas personas que tienen alguna limitante motora, física o mental que se nota a simple vista.
La OMS la define como cualquier restricción o impedimento de la capacidad de realizar una actividad en la forma o dentro del margen que se considera normal para el ser humano.
Pero, ¿cómo se les llama a aquellas personas que sufren de restricciones o impedimentos con relación a sus emociones? Se ven normales, caminan normales, tienen buena salud, hablan bien, piensan bien, pero, esas personas no tienen la capacidad de conectar con sus emociones, tienen dificultad para interactuar y lidiar con vínculos emocionales, así como la falta de expresión física y verbal de aquello que supone un cambio emotivo en su vida, personas que están impedidas en sus capacidades de amar, gozar, sentirse tristes o enojadas, sufrir o de hacer contacto con sus sentimientos, entonces, estamos ante un discapacitado emocional.
He escrito ampliamente de este tema en mi libro “Está Bien, Estar Mal” que lance al mercado el 20 de marzo 2018. Como profesional de la salud mental puedo asegurarte que estos discapacitados son abundantes en nuestro alrededor. Son personas que les cuesta reconocer sus propias emociones y darles una respuesta acorde. También el relacionarse adecuadamente con los demás, debido al escaso desarrollo de la empatía y la capacidad para la comunicación.
Algunos casos los signos y síntomas pueden ser muy evidentes, pero otros y en particular cuando se trata de hombres, se pueden esconder bajo una coraza que difícilmente deja la chance de ser descubiertos.
Si eres un discapacitado emocional vas a confundirlo todo, el respeto lo confundes con el miedo, el amor lo confundes con el apego, la felicidad la confundes con el placer, la bondad la confundes con la estupidez, la justicia la confundes con la fuerza.
El discapacitado emocional queda totalmente en evidencia principalmente cuando tiene una relación romántica, ya que al tener esta condición no entiende que el amor, en términos realistas y humanos, no es incondicional y por el contrario tiende a ser egoísta, porque se supone que no puedes (léase debes) amar tanto a alguien que no te corresponde a ese sentimiento. Mientras que el reconocimiento propio es un acto de honestidad y de humildad, ya que requiere del penoso esfuerzo de identificar con valentía tus carencias, temores, contradicciones y demás demonios que no son otra cosa que la parte dolorosa de tu condición humana.
Debes entender que aceptarlas no es un acto de debilidad, en cambio es una muestra de inteligencia emocional. Por otro lado, reconocer también tus virtudes y capacidades te permite entender tu valor, que representa tu principal armadura ante las ofensas del otro. La discapacidad emocional es aquella que lleva grabada la impotencia del individuo debido a una crianza poco favorable.
Escríbeme si deseas adquirir mi libro o iniciar un proceso para conocer tus emociones y saber cómo trabajarlas por que cada uno de nosotros funcionamos totalmente distintos, debes conocerte.
Tu psicólogo favorito.
Lic. Róger Alfredo Martínez
Psicólogo Clínico, Escritor, Columnista.
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Psicólogo Clínico, escritor, columnista, conferencista, motivador, ex-preso politico de la dictadura en Nicaragua, autor de los libros «Personas Ordinarias, Mentes Extraordinarias», «Está Bien, Estar Mal» y «El Preso de la Celda 16». ¿Te gusta el contenido de Psicólogo Martínez? ¿Los sentis útiles y motivadores? ¿Sentis que mi trabajo merece tu apoyo? Descarga mi App Movil para telefonos Androids y podes suscribirte al contenido premium donde por $5 tendrás acceso intimo a mis vídeos, escritos, sesiones terapéuticas gratuitas, conferencias online, mis libros gratis y mas. Súmate y apóyame a diseminar motivación. Inscribete tambien como mi Patreon en: www.patreon.com/psicologomartinez. ¿Tienes comentarios sobre mis obras? ¿Quieres hacer una cita para consejería online? Búscame en facebook o escribeme en WhatsApp y con gusto recibiré todos tus comentarios.