¿Cuántos asesinatos sandinistas valen una carretera o un estadio?

Por Roger Alfredo Martinez

La dictadura sandinista ha demostrado un sorprendente cinismo cuando busca de desviar la atención de sus atrocidades para presentarse como icono de progreso. Utilizando proyectos de infraestructura como carreteras y estadios deportivos, intenta encubrir su historial de opresión y crímenes de lesa humanidad. Sin embargo, es imprescindible recordar que ningún desarrollo material puede justificar la pérdida de vidas y la violación de los derechos fundamentales de las personas.

Regímenes autoritarios y asesinos, a menudo señalados y condenados por la comunidad internacional, ven en la construcción de carreteras y estadios una oportunidad para mejorar su imagen pública y disfrazar su verdadera naturaleza. Se presentan como promotores del crecimiento económico y del avance social, destacando los supuestos beneficios que estos proyectos traerán consigo. Sin embargo, detrás de esta fachada se oculta una realidad desgarradora: una larga historia sandinista de represión, tortura y violaciones de los derechos humanos.

Nicaragua no puede alcanzar un verdadero progreso sin respetar la dignidad y la vida de sus ciudadanos. No podemos permitir que un puñado de carreteras o estadios deportivos se conviertan en símbolos de desarrollo mientras se ignoran las atrocidades cometidas en el proceso. ¿Cuántas vidas cegadas, cuanta sangre en las manos de ellos y cuántas voces se silencian para que estas estructuras se eleven? La sangre de mis hermanos grita al cielo desde sus calles y sus estadios…

La dictadura sandinista ha tratado de lavarse las manos llenas de la sangre de jóvenes, estudiantes, campesinos, profesionales, niños con la construcción de carreteras y estadios publicitándolos en redes y sus medios como un “gobierno” progresista, nosotros los ciudadanos, no podemos cerrar los ojos que estos proyectos son ordenados por asesinos y torturadores intentando en cada carga de hormigón vertida por sus mezcladoras, enterrar la memoria de nuestros asesinados.

Las vidas de los ciudadanos no pueden ser valoradas en función de la distancia que se pueda recorrer en una autopista de cuatro carriles a Chinandega o a Catarina donde paramilitares sandinistas asesinaron o de los partidos de beisbol que se puedan jugar en un estadio en Masaya o León que no dudarían usar para disparar a la cabeza, cuello y pecho de niños que hasta hoy al recordarlos también como a ellos, nos duele respirar.

La dictadura sandinista no promueve una sociedad justa, inclusiva y respetuosa de los derechos humanos, no se enfoca en el bienestar y el desarrollo integral de los ciudadanos sino que se basa en la explotación y la violencia, en el irrespeto a la dignidad de todas las personas y el pisoteo de los trabajadores del estado.

No podemos permitir que la sangre derramada y los crímenes de lesa humanidad sean olvidados o minimizados en aras de un desarrollo aparente. La vida y la libertad de los ciudadanos no tienen precio y ninguna cantidad de infraestructura puede justificar su sacrificio. Solo cuando pongamos a las personas en el centro de nuestro enfoque, podremos construir una sociedad basada en la igualdad, la libertad y el respeto mutuo.

Psicólogo Clínico, Escritor, Columnista.
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Psicólogo Clínico, escritor, columnista, conferencista, motivador, ex-preso político de la dictadura en Nicaragua, autor de los libros «Personas Ordinarias, Mentes Extraordinarias», «Está Bien, Estar Mal» y «El Preso de la Celda 16». Compra mis tazas de café, camisetas y libros en www.psicologo-martinez.creator-spring.com  Súmate y apóyame a diseminar motivación. ¿Tienes comentarios sobre mis obras? ¿Quieres hacer una cita para consejería online? Búscame en Facebook o escríbeme en WhatsApp y con gusto recibiré todos tus comentarios.

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