Querida Juventud…
Por Róger Alfredo Martínez
En medio de la oscuridad que parece envolver nuestra Nicaragua, es natural sentir que la esperanza es un bien escaso. En un país marcado por la opresión y la sombra de la peor dictadura de nuestra historia, encontrar la luz puede parecer una tarea abrumadora. Sin embargo, en los corazones y las acciones de los jóvenes como ustedes, reside el poder de transformar la desesperación en determinación, la pasividad en acción y el miedo en coraje.
Vivir bajo una dictadura es como caminar por un camino sinuoso y empinado. Las libertades parecen inalcanzables, la justicia parece estar a años luz de distancia y el futuro parece incierto. Pero aquí es donde quiero que reflexionen sobre el poder intrínseco que yace en cada uno de ustedes: el poder de la resistencia, la creatividad y la unidad.
A lo largo de la historia de nuestro país, hemos enfrentado tiempos oscuros y desafiantes. Desde siempre los nicaragüenses hemos comprobado que la persistencia pueden romper las cadenas de la opresión.
Quizás es difícil creer en mis letras en este momento de tanta desesperación, te comprendo, te pido que permitas que el agua turbia vaya asentando y aclarando, ahí podes demostrar también tu valentía, la de no derrotarte y tenerte paciencia, así se cambian las cosas desde adentro, desde uno mismo primero.
La creatividad es una herramienta poderosa y a través de ella podes mantener fortalecido tu espíritu de resistencia, expresar frustraciones y mantenes viva la llama de la esperanza.
No menosprecies la oportunidad de liberar tus emociones, esas que sentís que te ahogan, no intentes silenciarlas porque sería permitirle a la dictadura que te siga lastimando y estamos en rebeldía contra esos criminales no contra nuestras emociones.
La dictadura busca dividir y conquistar, pero ustedes pueden demostrar que su determinación y resistencia es más fuerte que la criminalidad sandinista. Su espíritu se puede doblar pero jamás quebrar, animo, para ustedes jóvenes, levanten la mirada, sequen sus lágrimas y miren el mundo de muchas más oportunidades allá afuera, quizás mejores de las que pudieron imaginar, a veces lo bueno es enemigo de lo mejor.
Sé que enfrentar la opresión día tras día puede agotar incluso a los espíritus más fuertes. Pero es en estos momentos de desafío donde se forja el carácter y se cultivan las semillas de un cambio duradero. Miren más allá del presente y visualicen un futuro en el que la libertad y la justicia prevalezcan. Cada pequeño paso que den, cada conversación que inicien, cada acto de resistencia, acerca a ese futuro un poco más.
Querida juventud, aunque vivimos en un «país sin esperanzas» en apariencia, en realidad son ustedes los portadores de la esperanza misma, esta dentro de ustedes por eso ya no se ve afuera en las calles, esta en la determinacion de ustedes de no dejarse vencer por el desanimo y la maldad de la dictadura.
Recuerden que incluso en las circunstancias más sombrías, la luz de la perseverancia y la convicción puede romper las cadenas de la opresión. Su valentía inspira a todos nosotros a mantener la esperanza viva y a luchar por un país que finalmente respire libre.
Con admiración y apoyo,
Psicologo Martínez