Por Róger Alfredo Martínez
En un chat de WhatsApp con colegas de mi trabajo, después de leer la recientemente mala experiencia romántica de uno de ellos por el ego del otro y las respuestas sobre este término, pues no pude evitar comentar que todos debemos de subirnos en nuestro ego para evitar que ególatras nos manipulen emocionalmente o que nos hagan sentir mal.
Creo que no me supe explicar o como siempre caí mal, porque una de las respuestas que recibí fue “yo no quiero ego, yo prefiero humildad” me imagino asociando a ego con egolatría, y creo asumiendo que tener ego es actuar feo y no necesariamente es así, alguien con un buen ego no implica automáticamente ser una mala persona, el ego puede manifestarse de dos maneras distintas llamémoslas: el «ego bueno» y el «ego malo».
En términos generales, el ego se refiere a la percepción individual de uno mismo, incluyendo la identidad, la autoimagen, las creencias y las valoraciones que una persona tiene sobre sí misma. Desde un punto de vista más coloquial, el término «ego» a menudo se asocia con la arrogancia, el orgullo excesivo o el egocentrismo, refiriéndose a personas que tienen una opinión inflada de sí mismas y buscan constantemente la validación externa.
Una persona con ego bueno es una persona que tiene plena confianza en sí misma, cree en sus habilidades y se esfuerza por alcanzar sus metas, si duda, el ego le ayuda a volver a confiar en sí mismo recordándole las veces que pensó que no podía pero lo logró, pudiendo de esta manera afrontar con buen ánimo y esperanza nuevos e incluso más grandes desafíos y adversidades de la vida.
Las personas con ego bueno suelen ser seguras de sí mismas, pero también son capaces de reconocer sus errores y aprender de ellos. Son capaces de apreciar los logros de los demás y mantener relaciones saludables y respetuosas con los demás.
El ego bueno es esa voz interior que te impulsa a superarte y crecer. Te da confianza en tus habilidades y te motiva a enfrentar nuevos desafíos. Es una especie de autoestima saludable que te permite creer en vos mismo y tus capacidades. El ego bueno es un aliado que te impulsa a seguir adelante cuando enfrentas obstáculos, es una fuerza interna (yoica) que te ayuda a alcanzar tus metas. Te da la valentía para expresar tus ideas y perseguir tus sueños.
Por otro lado, el ego malo es la manifestación negativa del mismo que se caracteriza por la arrogancia, la vanidad y la necesidad constante de sentirse superior a los demás. Este tipo de ego te hace creer que sos infalible y que mereces trato especial. Cuando el ego malo toma el control, perdés la conexión con los demás y comenzas a menospreciar sus opiniones y sentimientos. Esto puede dañar tus relaciones y llevarte por caminos destructivos.
Entonces, ¿cómo podes cultivar un ego bueno y evitar que el ego malo te domine? La clave está en practicar la humildad genuina. La humildad no implica reducir tu valor como persona, ni menospreciar tus habilidades, ni actuar como si no fueras conscientes de tus logros, ni mucho menos que aceptes te menosprecien, te acusen, te culpen y tengas que aceptar sin reaccionar adecuadamente todo eso porque “sos humilde”.
La humildad radica en reconocer tus fortalezas sin caer en la arrogancia, lo cual tampoco significa perder de perspectiva tu valor como persona y decidir retirarte cuando no te tratan bien, cuando ya no te sentís cómodo, un ego saludable te dice y empuja por encima de tus sentimientos: ¡vámonos, aquí no es!
Imagina que el ego es el salvavida que te ve ahogándote y entra en acción para sacarte de la playa donde creíste y te empecinaste en nadar, donde dijiste: aquí parece todo en calma ¿qué me puede pasar? o por el contrario quizás vistes aguas bravas y dijiste: ¡si yo entro seguro se calmarán!
La clave está en cultivar un ego saludable que te motive a ser lo mejor que podes ser, mientras permaneces conectado con tu humildad que te ayuda a reconocerlo y gestionarlo, te permite mantener el equilibrio necesario para alcanzar el éxito sin sacrificar tu equilibrio, tu bienestar emocional y tu autenticidad. Es en este punto donde encontras un verdadero crecimiento personal y una forma de ser que te lleva a un bienestar más profundo y significativo.
Por otro lado, una persona con ego malo es alguien que muestra arrogancia, vanidad y una actitud despectiva hacia los demás. Este tipo de ego puede conducir a comportamientos negativos, como menospreciar a los demás, buscar constantemente la validación externa y actuar de manera egoísta en detrimento de los demás. Las personas dominadas por el ego malo pueden tener dificultades para establecer relaciones significativas y pueden causar daño a los demás y a sí mismas.
Es importante reconocer que todos tenemos un cierto grado de ego, ya que es una parte natural de ser humano. La clave está en cómo gestionamos ese ego y en qué medida permite que nuestras acciones sean positivas o negativas. La autenticidad, la empatía y la humildad son cualidades que pueden ayudar a equilibrar el ego y evitar caer en patrones negativos.
Es necesario observar las acciones, comportamientos y actitudes tuyas y la de los demás hacia otros en las relaciones interpersonales, para obtener una imagen más completa de la salud de nuestros egos. Se consciente de tu propio ego, fortalecelo, mantenelo humilde lo que quiere decir, que no lo ubiques ni encima ni por debajo del de los demás, a nivel, es lo adecuado, donde no está a nivel, ahí no es…
En última instancia, el ego es una parte integral de tu experiencia humana y te afecta en diversas formas. Aprender a comprender y manejar tu ego te permite navegar por la vida con mayor sabiduría y equilibrio emocional, fomentando relaciones más saludables y una mayor autenticidad en tu forma de ser, no avasallas ni te dejas avasallar.
Si queres que te de tips de como trabajar tu ego y mantenerlo saludable, te invito a que me escribas y con gusto te los comparto. Si queres hacer un plan de sesiones donde lo trabajemos, aquí abajo están los medios para contactarme, te espero.
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Psicólogo Clínico, escritor, columnista, conferencista, motivador, ex-preso político de la dictadura en Nicaragua, autor de los libros «Personas Ordinarias, Mentes Extraordinarias», «Está Bien, Estar Mal» y «El Preso de la Celda 16». Compra mis tazas de café, camisetas y libros en www.psicologo-martinez.creator-spring.com Súmate y apóyame a diseminar motivación. ¿Tienes comentarios sobre mis obras? ¿Quieres hacer una cita para consejería online? Búscame en Facebook o escríbeme en WhatsApp y con gusto recibiré todos tus comentarios.««