Querido yo del 2023,
Al finalizar este año, no puedo evitar reflexionar sobre el viaje tumultuoso que fue el año 2023. ¡cuántas pruebas, desafíos y adversidades enfrenté! Pero aquí estoy, al final de la travesía, escribiendo estas líneas con el corazón henchido de orgullo y gratitud.
Recuerdo cómo, al inicio de este capítulo, me enfrenté a un océano de incertidumbre. Las olas de la vida amenazaban con arrastrarme, pero decidí aferrarme a la tabla de la esperanza y remar con todas mis fuerzas. Con cada embate, con cada tormenta, descubrí que tenía más coraje del que imaginaba. No fue fácil, ni mucho menos, pero aquí estoy, de pie, más fuerte que nunca.
Recuerdo las noches oscuras en las que las dudas nublaban mi mente, las lagrimas que empañaron el casco mientras conducia mi motocicleta, la pregunta a Dios ¿te has olvidado de mi? pero cada vez que tropezaba, me levanté con más determinación. Cada lágrima derramada, cada suspiro de agotamiento, se convirtieron en los ladrillos que construyeron la fortaleza de mi espíritu.
Ya no me puedo engañar, cada desafío superado no fue simplemente una victoria, sino un testimonio de mi resistencia y valentía, por eso cuando mi mente se llena de pensamientos de angustia le puedo decir con pruebas que si se puede porque ya he podido antes.
Hoy, al mirar hacia atrás, no veo solo los obstáculos, sino las lecciones aprendidas, las cicatrices que cuentan historias de superación y la evidencia palpable de mi crecimiento. Cada tropiezo se convirtió en un peldaño hacia la cima de la montaña que una vez parecía inalcanzable. Y aunque el trayecto fue arduo, valió la pena.
Permíteme recordarte, yo de mi mismo, lo grandioso que sos. No porque hayas eludido todas las tormentas, sino porque, a pesar de ellas, persististe. No sos perfecto, pero tu capacidad de sostenerte en tus posturas con firmeza aun asi todos te odien por ellas y el poder de convertir los tropiezos en oportunidades es tu verdadera fuerza. Celebra tus logros, incluso los pequeños, porque cada uno es un paso hacia adelante.
Querido yo del 2024,
A medida que vayamos un dia a la vez navegando el año nuevo, te insto a mantener viva la llama de la esperanza. Este nuevo año viene lleno de posibilidades y oportunidades, 366 en total, toma cada una con fe en vos mismo y que las lecciones del pasado te guíen y fortalezcan tu determinación.
Recuerda, el éxito no reside en evitar las tormentas, sino amarrar fuerte los lazos de tu nave e ir por en medio de ella. Así que, brindo por vos, por nosotros, por todas las adversidades enfrentadas con valentía. Este nuevo año ya no te encuentra igual, te encuentra más fuerte, más sabio y listo para abrazar cada desafío con la convicción de que, al final del día, el verdadero éxito está en nunca rendirse, lo vas a lograr porque ya lo has logrado antes, ¡me siento orgulloso de vos!
Con esperanza y gratitud,
Tu Roger Alfredo favorito.