El coronavirus nos está superando, nos enfrentamos a emociones incomodas, nos está agobiando el miedo, nos estremece la ansiedad generada por la desinformación oficial. Andar en las calles y ver a las personas caer desvanecidas, a las camionetas con ataúdes que vienen saliendo de las unidades médicas directamente al cementerio en entierros exprés. Todo esto nos está consumiendo a nivel emocional.
Desde que supimos de la existencia del virus, hemos pasado por diferentes etapas de malestar psicológico, algunas más fuertes que otras, y muchas veces retrocediendo o avanzando dependiendo de la información y el contexto en el que nos encontremos.
Las etapas que he reconocido son: la negación, pensamos que el virus era en China y que en nuestro país nada iba a suceder o que ya estaba aquí pero que era algo insignificante. La negación es una fase habitual en casi todos los cambios no deseados y se trata de la más difícil de asimilar.
La etapa de la ira o rabia, nos enojamos por que el sistema no hace lo que se supone debe de hacer, la falta de medidas de prevención, ¿Por qué no están haciendo nada? ¿Por qué hacen lo contrario de lo que el mundo está haciendo? O también nos hemos preguntado, ¿Por qué no hacen nada?.
La etapa más profunda y paralizante es el miedo. Hay un miedo sano que es la prudencia este nos lleva a tomar medidas para protegernos pero hay otro miedo que es toxico y es el que nos lleva a la histeria colectiva, a las compras compulsivas, a tener insomnio y la paralización. Esta es una de las etapas que debemos transitar con paso rápido porque si no lo hacemos, nos dañara mucho y no nos permitirá tener la posibilidad de afrontar la crisis sanitaria desde una mentalidad positiva, de sentido común y de fuerza de voluntad.
Experimentamos la etapa de tristeza. Ya no hay miedo ni enojo, sino desesperanza y tristeza en estado puro. Estamos abatidos por las cifras de enfermos y fallecidos que son gente que conocemos, son de nuestra familia, son nuestros vecinos, son de nuestra ciudad, son de nuestro país y eso duele, más aún si nos toca el virus a nosotros mismos. El miedo se supera con la aceptación pura de la realidad, tenemos una situación difícil y debemos afrontarla ¿Qué voy a hacer?.
Es como una travesía por un desierto con todos sus peligros y no hay opción que nos impida evitarlo. Todos tenemos que pasarlo. Hacer este viaje solos nos pone en una situación más vulnerable.
Las emociones son las que nos hacen ser humanos, son totalmente normales sentirlas, son las responsables de que nos acerquemos a una persona o a una situación concreta o que nos alejemos. Las emociones son una tendencia a actuar y muchas veces se activan por alguna de las impresiones que se han quedado grabadas en nuestro cerebro, provocando un estado fisiológico en nuestro cuerpo.
Un error bastante habitual es pensar que cada persona tiene sus propias emociones. Sin embargo, cada vez está más claro que todos compartimos las mismas emociones. Son algo innato, que no se aprenden. Otra cosa es cómo las gestionamos, cómo somos capaces de expresarlas y cómo nos afectan. Ahí sí que somos totalmente diferentes.
Muchas veces se acostumbra a clasificar las emociones en buenas y malas, en positivas o negativas, lo que nos puede inducir a otro error. No hay unas emociones mejores que otras, sino que nos dejamos llevar por unas con más facilidad que por otras. Cada emoción tiene su función, su misión, y las emociones también se ven influenciadas por los pensamientos, y todas ellas comparten una finalidad.
Sentir miedo en estos momentos difíciles no te hace una persona con menos valía, hombres y mujeres estamos con miedo y eso es lo normal, lo anormal es pensar que por tener miedo otros nos verán como seres inferiores o pusilánimes.
Eso solo existe en tu cabeza. ¿Tienes miedo? Yo también. ¿Y qué tal si compartimos como nos sentimos cuando nos embarga el miedo? ¿O te da miedo admitir que tienes miedo? Si es así, ¿sabías que eso solo logra que incremente esa emoción haciéndola insostenible? O sea, miedo normal más miedo venido del pensamiento, sumados ambos hacen a una persona incapacitada y esta sucumbirá más pronto que otra que lo admite y habla de ello.
Hagamos La Hora Humana, conectémonos en grupos de 10 personas y hablemos de nuestras emociones sin paradigmas sociales. Solamente hablando podremos liberarnos, podremos acompañarnos, podremos estar más livianos para soportar el caminar por este desierto que nos está poniendo la naturaleza sin que nosotros lo hayamos pedido o buscado, simplemente llegó y algo debemos hacer, quedarnos con las manos cruzadas y la boca cerrada no hará que esto pase más rápido, ni tampoco que no nos afecte.
Por ello quiero invitarte a que nos sumemos a La Hora Humana, un espacio virtual donde podremos encontrarnos y evaluarnos cómo andamos con nuestras emociones, hablar de ellas es la llave de la buena voluntad para superarlas.
En forma grupal nos daremos cuenta que no solo nosotros nos estamos sintiendo así y eso nos dará la sensación de compañía y apoyo. Si quieres participar en La Hora Humana, comunícate conmigo a través de mis medios de contacto aquí abajo de esta columna y te hare llegar la invitación para unirte con otros que estamos compartiendo un tiempo donde todos somos humanos, no hay prejuicios, no hay críticas, allí nos damos permiso de sentir nuestras emociones, canalizarlas correctamente pero sobre todo nos damos pautas para regularlas.
Vamos, ¡sumate! no eres el único ser humano que tiene emociones y estas le embargan, el covid 19 no es más fuerte que nosotros cuando estamos unidos.
Te espero…
Tu psicólogo favorito.
Lic. Róger Alfredo Martínez
Psicólogo Clínico, Escritor, Columnista.
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Psicólogo Clínico, escritor, columnista, conferencista, motivador, ex-preso politico de la dictadura en Nicaragua, autor de los libros «Personas Ordinarias, Mentes Extraordinarias», «Está Bien, Estar Mal» y «El Preso de la Celda 16». ¿Te gusta el contenido de Psicólogo Martínez? ¿Los sentis útiles y motivadores? ¿Sentis que mi trabajo merece tu apoyo? Descarga mi App Movil para telefonos Androids y podes suscribirte al contenido premium donde por $5 tendrás acceso intimo a mis vídeos, escritos, sesiones terapéuticas gratuitas, conferencias online, mis libros gratis y mas. Súmate y apóyame a diseminar motivación. Inscribete tambien como mi Patreon en: www.patreon.com/psicologomartinez. ¿Tienes comentarios sobre mis obras? ¿Quieres hacer una cita para consejería online? Búscame en facebook o escribeme en WhatsApp y con gusto recibiré todos tus comentarios.