Arranca el día. Amanece y lo primero que buscamos es la pantalla del celular. Para saber que paso mientras no estábamos conectados. Es lo primero y lo último que hacemos cada día.
Buscamos simplemente calmar la ansiedad, como si en el compulsivo acto de deslizar rápidamente los dedos por la pantalla de este aparato nos permitiera vivir una falsa sensación de controlar aquello que simplemente escapa de sus manos y eso nos genera más ansiedad.Buscando calmar la ansiedad, encontramos mas contenido que nos pone mas ansiosos, entrando en un patinar que nos podria llevar a colapsar.
La realidad es que estamos atravesando una situación crítica que se caracteriza por ser indeterminada, indefinida, plena de incertidumbre y es sano partir del hecho que reconocemos esa realidad. Lo que esta pasando afuera no lo podemos controlar, aceptarlo nos abre un panorama donde la humildad puede accionar y tomar medidas de prevencion que en una actitud de soberbia podemos despreciar.
Probablemente, estamos tomados por el estrés que provocan los acontecimientos, por la inquietud de hacer lo que necesitamos hacer sin detenernos a reflexionar si realmente estamos preparados con medidas de cuido para nosotros y los demas.
En los actuales momentos, podría ocurrir que busquemos un estado de negación de la realidad, en evitación emocional. Eso pasa en China, en Italia, en España, en Estados Unidos, en México, en Guayaquil, eso pasa allá a mí ni a mi familia no me puede pasar nada. Estos comportamientos ante una pandemia, pueden traer serias consecuencias para uno mismo y para otros. Bajamos la guardia y nos exponemos.
Sin embargo, tratemos de comprender que todo este tipo de reacciones responden a un ajuste a momentos críticos, emociones como la negación de los hechos y la evitación son mecanismos que buscan regular la ansiedad, son defensas ante eventos que desbordan las emociones.
El cómo afrontar este evento crítico debe partir del hecho de que es necesario reconocer que la vida cotidiana nos cambió, por lo que es necesario aceptar y digerir que se está frente a una vida diferente. Aún no queda claro cómo los procesos se van a dar, pero digamos que estamos en un periodo de tránsito y para ello debemos mantenernos con el principio que frente a esta pandemia es necesario vivir con la premisa de “un día a la vez”. Me organizo para este día, me protejo en este día, sobrevivo este día, mañana no se, aun no ha llegado y ayer ya fue solo puedo hacer las cosas mejor hoy.
Todo tiene un tiempo estipulado, nada en este mundo es para siempre, todo tiene fecha de caducidad hasta esta pandemia. Los días que va a durar están digamoslo, predestinados o escritos si prefieres, pero no sabemos cuantos son. Por ello un dia que pasa, no es un dia mas, es un dia menos de la cuota de días que va a durar esta enfermedad, ya sea por que se encontró una vacuna, por que ya encontraron el protocolo para combatirlo o porque el mundo se quedo en casa y nadie mas siguió transmitiéndolo, por ende el virus murió. No es un dia mas de tragedia y tristeza, es un dia menos hacia el final de este tiempo difícil y eso nos debe alentar a ir un dia a la vez.
Los seres humanos necesitamos sentir que tenemos un control de nuestra vida y este virus amenaza ese espacio de equilibrio. No obstante, es importante subrayar que en este periodo no se trata de mostrar cómo debe atravesar estos momentos, no es una competencia de quien es más optimista, tampoco se trata de exceso de psicología positiva y menos cerrar con la frase “todo va a estar bien, hay que ser positivos y nada pasara” esto en lugar de ayudarnos, nos podria hacer bajar la guardia y contagiarnos. Tampoco es caer en el extremismo ansioso-compulsivo, si no tener prevision y preacausion en la justa medida que la etapa que estamos viviendo requiera.
En estos momentos, cada quien hace lo mejor que puede, siempre y cuando sea dentro de los márgenes de responsabilidad mínima y necesaria. Lo que trato de decir es que no existe un manual único para atravesar esta situación de crisis y cada quien vive esta experiencia con los recursos que su historia y aprendizaje le permite. Se parte que en tiempos de crisis sale lo mejor y lo peor de cada quien y es por eso necesario que funcionemos con la responsabilidad necesaria y mantengamos la calma en tiempos de crisis.
No es un dia mas, es un dia menos de los que tenemos que atravezar para que ver el fin de la pandemia. Seamos responsables un dia a la vez, si pensamos en los meses que quizas falten o podrian ser unas pocas semanas, pues nos desanimaremos por verlo como una montaña inalcanzable, pero como no sabemos con exactitud cuanto mas va a durar, entonces vamos un dia a la vez, mejor pensemos que solo por hoy tenemos que cuidarnos, asi entonces la montaña inalcanzble se divide en un cumulo de pequeñas colinitas que podemos facilmente caminar, un dia a la vez llegaremos al final, a la cima y podremos abrazarnos de nuevo.
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Lic. Róger Alfredo Martínez
Psicólogo Clínico, Escritor, Columnista.
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Psicólogo Clínico, escritor, columnista, conferencista, motivador, ex-preso politico de la dictadura en Nicaragua, autor de los libros «Personas Ordinarias, Mentes Extraordinarias», «Está Bien, Estar Mal» y «El Preso de la Celda 16». ¿Te gusta el contenido de Psicólogo Martínez? ¿Los sentis útiles y motivadores? ¿Sentis que mi trabajo merece tu apoyo? Descarga mi App Movil para telefonos Androids y podes suscribirte al contenido premium donde por $5 tendrás acceso intimo a mis vídeos, escritos, sesiones terapéuticas gratuitas, conferencias online, mis libros gratis y mas. Súmate y apóyame a diseminar motivación. Inscribete tambien como mi Patreon en: www.patreon.com/psicologomartinez. ¿Tienes comentarios sobre mis obras? ¿Quieres hacer una cita para consejería online? Búscame en facebook o escribeme en WhatsApp y con gusto recibiré todos tus comentarios.