Pues idiay, ¡si no hay nada que hacer ya no hay nada que hacer! Pero si hay algo que saber…
Todos en algún momento hemos estado allí, en medio de una mala situación sobre la que no tenemos absolutamente ningún control, aquella situación en la que pensas y la pensas buscando saber qué hacer, pero la realidad te dice que ya no hay nada que hacer. Te sentis frustrado, enojado y ansioso, tal vez incluso con un poco de miedo. Practicamente te arruinó los días y el cerebro el tratar de llegar a algún tipo de solución, a pesar de que sabes la verdad; no hay nada que realmente podas hacer.
Cuando hay una situación que no podes cambiar, en realidad tenes una solución, y es saber cambiarte a vos mismo, aprender de vos mismo, evaluarte a vos mismo, reflexionar sobre vos mismo. Así que, ¿qué podes hacer cuando no hay nada que podas hacer? ¡Pues no hacer nada más que enfocarte en vos mismo!
¿Tu pareja te dejó y no piensa regresar? ¿No tiene la más mínima intención de darte una oportunidad? Bueno, de alguna forma llegó hasta ese punto, alguna responsabilidad tuviste en que sus sentimientos fuesen cambiando, incluso no fuese así, si ya no hay nada que hacer, pues no podes hacer más nada que soltar y aprender de tus errores, para tratar de ser mejor pareja si existe una nueva oportunidad para vos con alguien más.
Todos merecemos estar en paz y si tu pareja ya no lo está, no podes convertirte en piedra de tropiezo para su paz, entonces ya no hay nada que hacer que solamente dejarla encontrar su paz y después de la tormenta que tendrás que atravesar, vos también volverás a encontrar tu paz.
Y así mismo con todas las personas, familiares, amigos, vecinos, dejalos encontrar su paz y vos salí a buscar la tuya. Cuando ya no hay nada que hacer, pues ya no hay nada que hacer, dejalos en paz.
Para que vayas encontrando caminos para tu paz espiritual en situaciones donde ya no hay más nada que hacer, tenes que empezar reconociendo y aceptando que no podes controlar o cambiar la situación. Este primer paso servirá para reducir de inmediato tu nivel de frustración. Tu aceptación de la falta de control, te ayuda a recuperar el control sobre vos mismo, te permite centrar tu energía en lo que podes controlar y cambiar potencialmente, o sea, vos mismo nada más.
Para retomar el control de vos mismo, empeza por tomar el control de tu respiración. Enfocate en tu respiración, si queres hacelo con los ojos cerrados o practica el ejercicio que más te apetezca, a mí me funciona el 4-7-8 (inhalo todo el aire que puedo durante cuatro segundos, sostengo la respiración siete segundos y exhalo durante ocho segundos). Una vez hayas tranquilizado tu mente a través de estos ejercicios, observa las reacciones de tu cuerpo a tu control de la respiración. Al recuperar el control de la respuesta fisiológica de tu desequilibrio emocional, también recuperaras el control de tus emociones mismas.
Estimulate a través de los sentidos, si podes encender una vela aromática, oler una flor o incienso, mientras pones una música que te ayude a equilibrarte, quizás pensar que estas en un lugar que vos sabes te trae una sensación de paz, tocar algo agradable con tus manos como la textura de un oso de peluche, el césped del jardín, un árbol, algo que te recuerde también que estas presente, que estas en el aquí y en el ahora, que en este momento la persona más importante para vos sos vos mismo aunque nadie más lo piense así, no podes entregar tu valor propio ante una situación adversa o a una persona.
Alguien me decía que no podemos evitar que un pájaro vuele sobre nuestra cabeza y nos cague, pero si podemos evitar que se pose sobre ella y haga nido. Con esto quiero decirte que los pensamientos agobiantes sobre la situación que estás viviendo van a venir, pero de la misma manera en que espantarías a un ave que quiere posarse y hacer nido sobre tu cabeza, de esa misma manera debes espantar a los pensamientos recurrentes que te hacen sentir todo el dolor de lo que estas pasando. ¿Cómo? Bueno, podes hablarles y confrontarlos, decirles que se vayan, que no los necesitas, que ya sabes suficientemente lo que estas pasando como para que sigan jodiendote el dia recordándotelo.
Si sos una persona creyente, aprovecha este momento de crisis para orar, si no sos creyente entonces podes meditar, lo importante de esto es que tanto la oración como la meditación te permiten elevarte por encima de la situación y descargarla en el poder divino o en la energía del cosmos. Los actos de oración y meditación pueden aliviar el estrés, bajar la frecuencia cardíaca y moderar tu respiración. También tienen un efecto beneficioso sobre tu estado de ánimo.
Por ultimo pero no menos importante, tene siempre una actitud de gratitud. Estoy seguro que siempre agradeces por lo bueno que te pasa, pero también te invito a crear el hábito de agradecer por lo malo, esto influye mucho en que las malas energías no encuentren lugar en tu mente ni en tu corazón, con la gratitud te predispones a que las malas energías se alejen de vos y por ende las buenas vengan más pronto. Ser agradecido cambia tu frecuencia y por ende te atrae mejores cosas y mejores personas. La gratitud te recordará que tu vida es más grande que tus circunstancias actuales, todo pasa, nada es eterno y más pronto que tarde, el sol volverá a brillar para vos.
¡Ahora ya sabes que podes hacer, cuando ya no hay más nada que hacer!
Lic. Róger Alfredo MartínezPsicólogo Clínico, Escritor, Columnista.
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Psicólogo clínico, escritor, columnista, conferencista, motivador, ex-preso político de la dictadura en Nicaragua, autor de tres libros: «Personas Ordinarias, Mentes Extraordinarias», «Está Bien, Estar Mal» y «El Preso de la Celda 16». Puedes descargar la app móvil “Psicólogo Martínez” desde la playstore para teléfonos androids. ¿Te gusta el contenido de Psicólogo Martínez? ¿Los sentis útiles y motivadores? ¿Sentis que mi trabajo merece tu apoyo? ¿Me queres ayudar a que lleguen a mas personas? Podes suscribirte al contenido premium de mi app móvil donde tendrás acceso intimo a mis vídeos, sesiones terapéuticas gratuitas, conferencias online, mis libros gratis y mas. Súmate y apóyame a diseminar motivación. ¿Tienes comentarios sobre mis obras? ¿Quieres hacer una cita para consejería online? Búscame en facebook o escribeme en WhatsApp y con gusto recibiré todos tus comentarios.